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13 de noviembre del 2022. 15:02
SÍNDROME DE LA CARA VACÍA ENTRE JÓVENES
El síndrome de la cara vacía se trata de un sentimiento de desprotección que surge cuando nos la quitamos en público.
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Después de dos años conviviendo de forma diaria con la mascarilla, esta nueva “liberación”, está trayendo ciertas consecuencias negativas a la población, sobre todo entre los más jóvenes.
Nos hemos acostumbrado a ir con la cara cubierta, la mascarilla se ha convertido en una prenda que acompaña a nuestra vestimenta diaria. Ahora, esa dependencia de uso puede generar lo que se denomina como síndrome de la cara vacía. Se trata de un sentimiento de desprotección que surge cuando nos la quitamos en público. Este hecho que está afectando a la salud mental, sobre todo de adolescentes y jóvenes.
¿Qué es el síndrome de la cara vacía?
La psicóloga Rocío Rivero, describe en el diario EDUCACIÓN 3.0 este fenómeno como “un tipo de sintomatología ansiosa generada por enfrentarse al entorno sin mascarilla exponiéndose al contagio por coronavirus”. Pero, como también apunta esta psicóloga, el temor a contagiarse no es la única razón. La mascarilla cubre una gran parte del rostro, además de gestos y facciones. En este sentido, los adolescentes han encontrado en la mascarilla una forma de proteger sus “defectos”, inseguridades y miedos. De hecho, esta inseguridad, se convierte en la razón principal por la que los jóvenes no quieren quitarse la mascarilla, sobre todo en el cole. Evitan así exponerse a las miradas de sus compañeros y compañeras.
¿Cómo podemos ayudarles a superar el síndrome de la cara vacía?
Pero, ¿qué medidas podrían tomar los docentes, padres y madres y para paliar esta situación? Según señalan los expertos, es importante conocer y considerar los pensamientos que abordan los jóvenes y niños al quitarse la mascarilla. Así conoceremos el origen del problema. Además, es imprescindible prestar atención a sus emociones y ayudarles a identificar sus sentimientos.
En ningún caso debemos forzarles a eliminar el uso. Los adolescentes se expondrán paulatinamente ante esta nueva, aunque ya conocida, situación. El objetivo que debemos perseguir es que, tanto los niños como los adolescentes, puedan controlar la ansiedad. Tenemos que ayudarles a recuperar la confianza en sus rasgos físicos y hacerles ver que los miedos son infundados.
¿Conocías el síndrome de la cara vacía?
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