8 Consejos para manejar el estrés en la docencia

La profesión docente a menudo conlleva el síndrome de ‘burnout’ o agotamiento laboral. El 80% de los docentes que buscan ayuda, lo hacen por problemas de salud mental, como es el estrés, según la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE). Ciertamente, el estrés docente puede ser causado por diversas situaciones, desde desafíos en el aula hasta dificultades con la administración escolar.

Ainhoa Fernández, del centro de formación Campus Training, destaca la importancia de brindar herramientas para manejar el estrés en el entorno educativo. Por ello, Campus Training y CEAC ofrecen ocho consejos para que los profesores controlen su estrés laboral.

Organizar, reflexionar… algunos de los consejos para que los docentes manejen el estrés

• Organizar el tiempo y poner límites: en primer lugar, establecer horarios y límites para evitar la acumulación de tareas y el exceso de trabajo. Es decir, distribuir tiempos específicos para cada tarea ayuda a mantener el equilibrio y evitar sobrecargarse.
• Autoreflexionar: por otro lado, comprender las fuentes de estrés es clave para abordarlo. Es más, reflexionar sobre las preocupaciones y buscar posibles soluciones ayuda a evitar la negatividad.
• Buscar ayuda profesional: sin embargo, en ocasiones, la autorreflexión no es suficiente. Por ello, buscar apoyo de profesionales de la salud mental puede proporcionar herramientas adicionales para manejar el estrés.
• Comunicarse con los compañeros: del mismo modo, es también positivo, mantener contacto con otros docentes para compartir experiencias y sentir apoyo mutuo. De hecho, el diálogo diario puede ser fundamental para desconectar y encontrar apoyo en situaciones estresantes.

El autocuidado y otros factores son importantes 

• Cuidarse físicamente: el ejercicio físico es una herramienta poderosa para desconectar y mantener la salud mental en momentos de estrés.
• Practicar técnicas de relajación: por ejemplo, yoga, la meditación o el mindfulness son útiles para centrarse en el presente y liberar tensiones durante momentos de estrés.
• Participar en el desarrollo profesional: sin duda, la formación continua puede aumentar la confianza en el aula y reducir el estrés asociado con la enseñanza.
• Reconocer los éxitos: enfocarse en los logros y valorar lo positivo es esencial para mantener una actitud positiva y construir confianza en el entorno educativo.