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16 de Octubre del 2022. 11:00
MINDFULNESS EN LAS AULAS
La función del mindfulness en el entorno educativo reside en obtener el máximo provecho en el proceso de aprendizaje.
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Últimamente, palabras como yoga, meditación o mindfulness están a la orden del día. La rutina y las continuas obligaciones nos abruman, por lo que cada vez más necesitamos poner en pausa nuestra mente para no colapsar. Es justo aquí, en este apagón, donde entran en juego los anteriores conceptos.
¿Qué es el mindfulness?
De forma sencilla, concreta y para todos los públicos, podríamos decir que el mindfulness busca que el sujeto que lo practica tenga una concentración total y plena en la actividad que está desarrollando. Es decir, a pesar de lo que mucha gente cree, está técnica de conciencia plena no es meditación en el más estricto sentido de la palabra. El simple hecho de concentrarte al lavarte los dientes, o comer saboreando tu plato sin un factor externo que altere la acción, podrían considerarse perfectamente técnicas de mindfulness.
En una descripción más académica, el Dr. Jon Kabat-Zinn, fundador del programa de reducción de estrés basado en esta técnica, da una definición. Este afirma: “es la conciencia que aparece al prestar atención deliberadamente en el momento presente”. Por tanto, podríamos concluir que esta práctica consiste en conectar con el aquí y el ahora, sin emitir juicios, aceptando la realidad tal y como es.
¿Cómo se aplica el midfulness en el aula?
El mindfulness se ha incorporado a día de hoy muchas facetas de la vida cotidiana. Entre ellas, destaca su conciliación con los centros escolares. Su función en el entorno educativo reside en obtener el máximo provecho en el proceso de aprendizaje. Ahí esta atención plena contribuye a que maestros y alumnos reduzcan la ansiedad, extiendan su atención y, además, puedan tener mayor control de sus emociones.
Por ejemplo, una buena forma de aplicar el mindfulness es invitar a nuestros alumnos a realizar ejercicios para calmar y recuperar la tranquilidad después de una actividad deportiva o del tiempo de recreo. Lo primero que debemos hacer es pedir a nuestro alumnado que tomen asiento y se sientan cómodos. Acto seguido, propondremos ejercicios de respiración de entre uno y dos minutos. Durante este tiempo deben centrarse únicamente en su respiración.
Y tú, ¿aplicas esta técnica en tus clases?, ¿qué más ejemplos se te ocurren?
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