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13 de Mayo del 2021. 18:19
FATIGA PANDÉMICA ENTRE LA GENERACIÓN Z
A los más jóvenes se les está llevando hasta situaciones muy negativas para su desarrollo académico y personal
#ActualidadMagister
La fatiga pandémica nos afecta a todos
La pandemia del Covid-19 ha cambiado nuestros hábitos de vida de forma radical, desde la gestión del ocio y los ritmos de sueño hasta el consumo de ansiolíticos para mitigar la ansiedad y el estrés.
Los más jóvenes se han visto especialmente afectados, la limitación de las interacciones sociales, el sedentarismo y la apatía se han establecido en sus vidas. Lo cual les está llevando hasta situaciones muy negativas para su desarrollo académico y personal.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la fatiga pandémica se puede definir como el “estado de agotamiento psicológico por las restricciones y precauciones que se recomiendan durante una pandemia”, en la que se han implementado medidas invasivas con un impacto sin precedentes en la vida diaria de todos los ciudadanos, incluyendo aquellos que no se han visto afectados directamente por el virus.
¿Quiénes se han visto afectados por la fatiga pandémica?
En este sentido, el análisis Tendencias Cofares ‘Un año de COVID-19’ (I): Los efectos de la fatiga pandémica, revela que 8 de cada 10 españoles han tenido esta sensación en algún momento durante el último año, en mayor grado en mujeres (88,6 %) que en hombres (83 %). A nivel generacional, a medida que avanza la edad, disminuye la sensación de experimentar la fatiga pandémica. En concreto, esta sensación la han notado más la generación Z –de 18 a 25 años– (91,2 %), mientras que los boomers (mayores de 55 años) la han sentido en menor medida.
¿Por qué en especial la fatiga pandémica entre la generación Z?
Y es que estos datos nos resultan completamente lógicos puesto que en la etapa de la adolescencia, donde las interacciones sociales son absolutamente necesarias para el desarrollo de las emociones y la personalidad, el año de aislamiento se ha hecho todavía más duro. Los estragos se traducen en bajo rendimiento académico, trastornos de sueño, falta de apetito, desidia y un largo etcétera.
Además, como indicábamos al principio, desde que empezó la pandemia el consumo de fármacos se ha disparado y lo que es más preocupante, su uso ha proliferado entre la población más joven.
Tal y como se observó en el último análisis Tendencias Cofares, “La farmacia en tiempos de pandemia (III)”, en el periodo de marzo a noviembre de 2020, la demanda de fármacos considerados antidepresivos incrementó un 4,8 % con respecto al mismo periodo de 2019.
Una tendencia que, según datos de Cofares, se constata en el periodo de diciembre de 2020 a enero de 2021, en el que la demanda de antidepresivos aumentó un 2 % respecto a finales de 2019 e inicios de 2020, mientras que los relajantes de sueño (valerianas y somníferos) se incrementaron en un 11 %.
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