¿Por qué odiamos las matemáticas?

A pesar de que existen excepciones, resulta muy común que los niños y niñas desarrollen un gran rechazo por las matemáticas. Pero, ¿por qué sucede esto?

Diego Alonso Cánovas es matemático, psicólogo y estudioso de los procesos del razonamiento. Él aseguró en una entrevista al diario LA VANGUARDIA que el rechazo hacia este campo obedece a varios factores. Empezando por la dificultad intrínseca de las mismas. Un factor que influye en esa fama tiene que ver con su carácter acumulativo. Es decir, sólo podemos comprender un concepto nuevo si hemos asimilado correctamente los previos.

El factor psicológico influye en el rechazo a las matemáticas

Si nos vamos hacia el lado psicológico, el cerebro necesita adoptar una actitud más activa para comprender los razonamientos y discursos argumentativos que los narrativos. Nuestro cerebro tiende hacia una mayor economía cognitiva. Así que si no estamos dispuestos a consumir energía mental esforzándonos en aprender, es muy probable que no entendamos los procesos de razonamiento de las matemáticas.

El factor biológico influye en el rechazo a las matemáticas

También se suman razones biológicas a nuestra poca amistad con este campo de estudio. La capacidad de los niños y adolescentes para entender ciertas operaciones abstractas no está completamente desarrollada. Y es que, el lóbulo frontal del cerebro (del que depende el razonamiento formal), es el último en madurar. Alonso afirma que dicha inmadurez también está relacionada con la impulsividad, una conducta que explica muchos de los errores de los estudiantes en matemáticas.